El telar Angelico

Tejiendo a la vieja usanza

Todo comienza con la selección de las mejores hebras de lino y lana, que son la base de los tejidos de autor de Angelico. Luego, se pasa al cepillado de las fibras para crear hebras de un largo y una textura uniformes. Tanto la lana como el fino lino europeo, al igual que el lino de excepcional suavidad utilizado en nuestra chaqueta camisa azul, se van formando mediante una serie de dispositivos, con miras a reforzar y elevar la calidad de las fibras. El resultado es una hebra de primera calidad, que después se convertirá en un tejido.

En esta etapa, miles de rodillos de hebras pesadas se montan en telares de hilado tradicionales, mientras que las hebras de lana y lino cepilladas se montan en telares de chorro de aire. Como su nombre indica, esta máquina especializada utiliza aire en lugar de una lanzadera para disponer los delicados hilos en su lugar, manteniendo intactas su suavidad y textura. Se ha de prestar suma atención durante este estadio del ciclo de tejido, pues el más mínimo descuido puede provocar un defecto significativo en la tela.

Finalmente, el tejido es terminado con una serie de operaciones como el lavado y demás tratamientos que le confieren sus características visuales y estructurales. En este estadio, la tela adquiere su acabado suave al tacto y su elegancia estética, acorde con los lujosos estándares que se han convertido en sinónimo de Angelico.